¿Puede tener efectos adversos sobre la salud la actividad física?
Por: Dra. Julie Cristina León Rodríguez. Especialista en Medicina del Deporte y coach en salud.

Si bien son mucho mayores los beneficios que los riesgos de la actividad física, como toda actividad en salud, es importante tener en cuenta, que pueden presentarse y que dependerán de sus características y por supuesto, de las particularidades propias de cada persona.
En esta entrada describiré algunos de estos efectos, así como estrategias importantes para tener en cuenta antes de iniciar su práctica.
Los estudios muestran que la actividad física de intensidad leve a moderada presenta bajo riesgo para la aparición de efectos adversos. De esta forma, los eventos cardiovasculares como el infarto agudo del miocardio o la muerte súbita son raros. Sin embargo, existe un riesgo mucho mayor para los adultos que han permanecido sedentarios o inactivos durante mucho tiempo y que inician de manera súbita actividad física de intensidad vigorosa. De la misma forma, el riesgo de eventos o lesiones es mucho mayor en personas con enfermedades cardiovasculares o pulmonares o con enfermedades metabólicas u osteomusculares previas.
Según la Organización Mundial de la Salud uno de los grandes retos para quienes lideramos programas de prevención y promoción, es detectar a estas personas con riesgo aumentado de presentar eventos adversos durante la práctica de actividad física. Es por ello, que la valoración inicial de la aptitud es importante para predecir el riesgo de lesión o evento adverso.
Las principales causas de muerte relacionadas con el ejercicio en personas jóvenes según el Colegio Americano de Medicina del Deporte son las enfermedades congénitas cardiacas. Por el contrario, en personas mayores de 35 años, la causa primaria es la enfermedad de las arterias coronarias. Así, un esfuerzo físico de alta intensidad puede aumentar el riesgo de evento coronario en personas con enfermedad aterosclerótica coronaria de moderada a severa, que incluso puede cursar sin ningún síntoma.
Si durante la actividad física, la persona presenta signos o síntomas tales como dolor en el pecho, la mandíbula, el hombro izquierdo o la espalda, asociado especialmente a dificultad para respirar, sudoración fría, mareo y/o desvanecimiento, debe suspenderse el ejercicio y ser valorado inmediatamente en el servicio de urgencias más cercano.
Por otra parte, las lesiones osteomusculares son más frecuentes en la población físicamente más activa simplemente por el hecho de estar expuesta por mayor tiempo a la actividad. Por esta razón, es una gran tarea promover la seguridad de los programas mediante planes de ejercicio estructurados acorde a las necesidades y características de las personas.
Este riesgo se presenta en todos los grupos de edad, desde los más pequeñitos, en quienes las lesiones se presentan por la realización de actividades inapropiadas para su edad o con una técnica inadecuada; en los niños mayores y adolescentes, generalmente se aumenta la probabilidad, al incrementar el riesgo y el espíritu competitivo y finalmente, en los adultos y adultos mayores, las lesiones pueden deberse tanto a factores propios como falta de fuerza o flexibilidad, alteraciones articulares o sobrepeso entre otros y a factores externos como el tipo de entrenamiento, uso de equipo inadecuado y condiciones ambientales.
Existen otros riesgos asociados a la práctica de ejercicio los cuales se deben conocer y prevenir, sin embargo, los hablaremos en nuestro siguiente post junto con recomendaciones para prevenirlos y disfrutar del movimiento como opción de vida.
En MoviendoSe, estamos comprometidos con la práctica regular de actividad física, ejercicio y deporte de manera segura y divertida.