Como parte de nuestro homenaje a las mujeres en este mes dedicado a las madres, creadoras no solo de vida sino de proyectos y además, seres activos, capaces de transformar su realidad y su bienestar, queremos invitarte a recordar las diversas etapas en su desarrollo.
Como todo ser humano, las mujeres pasamos por un periodo de infancia que comienza con el nacimiento y se extiende aproximadamente hasta los siete años. Esta etapa esta caracterizada por el descubrimiento del entorno y el movimiento es generador del desarrollo de capacidades tanto corporales como cognitivas y emocionales y motor de experiencias creadoras y de socialización.
Todas las cualidades y habilidades adquiridas serán importantes en el transcurso de la vida al permitir el desarrollo de varias áreas que permitirán relacionarse mejor con el propio cuerpo y el entorno.
La adolescencia, presenta varias características, el cambio en el esquema de valores y creencias hace parte importante del desarrollo social. A esto se suman las transformaciones físicas como la aparición de características sexuales secundarias. Específicamente en la mujer, durante esta etapa sobresale la llegada del primer periodo menstrual o menarquia que ocasionalmente puede convertirse en una barrera para la práctica de actividad física, especialmente si se suma a los cambios psicológicos y emocionales que acompañan este suceso físico, pues la niña empieza a cambiar su autopercepción y la relación con el mundo que la rodea. Por esto reforzar y animar la práctica de actividad física y ejercicio es de suma importancia en esta época de la vida.
Posteriormente y hasta los 25 años la mujer presenta una etapa en la que culmina el desarrollo y entra en una relativa estabilidad física. El ingreso a la fuerza laboral, el matrimonio y la maternidad pueden convertirse en las barreras para practicar actividad física en esta época. Los programas en casa, las actividades con amigas y los espacios diseñados para el ejercicio se presentan como favorecedores para mantenerse activas.
Durante todos estos procesos es esencial que los cambios estén acompañados de un entorno sano, el apoyo familiar y el desarrollo y adhesión a sanos hábitos de vida como una dieta sana, tiempo adecuado de descanso y la práctica de actividad física.
En nuestras próximas entregas mencionaremos el embarazo y la menopausia, etapas que por sus características especiales demandan cambios en los hábitos físicos y nutricionales que permitan mantener el bienestar físico y emocional.
Como mujer, mereces una atención integral, que busque tu equilibrio y bienestar, MoviendoSE te acompaña.
Fuentes:
https://www.dexeus.com/informacion-de-salud/enciclopedia-ginecologica/tu-vida-etapa-a-etapa
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